La vida común de un TLP-BORDERLINE
El Trastorno de Personalidad Límite ó Borderline Personality Disorder como se
le conoce en los países anglosajones es una enfermedad mental muy seria que los
pacientes que la padecen ven a las personas o las situaciones como buenas ó
malas, sienten un enorme vacío en su personalidad que los lleva a pensar que no
tienen identidad; presentan cambios en su estado de ánimo impredecibles que
oscilan entre lo normal y llenos de amor, a lo irracional, colmados de furia y
violencia. Sus actos impulsivos, su autodesprecio y el temor de abandono los
conduce a comportarse de manera agresiva con las personas cercanas a ellos con
un criticismo y culpa sin sustento, e incluso muchas veces con agresión física.
Al no encontrar ninguna solución que acabe con su sufrimiento algunos se
autolesionan e incluso intentan suicidarse, algunas veces con éxito.
Los TLP experimentan un mundo muy diferente del que vive la mayoría de las
personas. Por razones que no son totalmente conocidas, el trastorno Borderline
distorsiona los procesos de pensamiento crítico que resultan en emociones y
acciones fuera de lo normal. Si se pudiera observar la parte interna de sus
cabezas y ver su forma de pensar, encontraríamos que ellos viven en un mundo de
extremos. Para ellos, las personas y las situaciones son buenas o malas, no hay
puntos medios. Cuando admiran y respetan a alguien, elevan a esa persona a un
modelo de perfección imposible de alcanzar para después despreciarlo porque
inevitablemente los desilusiona. Ellos también se ven a sí mismos de la misma
manera, por lo que cualquier tropiezo les hace pensar que “soy una
persona inútil”.
Si por arte de magia se pudiera experimentar lo que un TLP siente, se
sentiría agobiado por el autodesprecio, el miedo intenso de ser abandonado, y
con un implacable sentido de vacío. También encontraría mucha irritabilidad y
depresión, y un golpeteo constante que frena cualquier sentido de felicidad, por
pequeña que sea, como una simple satisfacción. Se podría escuchar
“el TLP es un cáncer que acaba con mi cuerpo, mi mente y mi
alma.”
Es muy fácil ver como actúa un Borderline. Las acciones, a diferencia de los
pensamientos y sentimientos, son obvias. Son las que hacen que la vida con un
TLP sea difícil y agobiante. Los TLP se comportan impulsivamente, sin antes
pensar las cosas, ni medir sus consecuencias. Algunos se dañan a sí mismos
deliberadamente, haciéndose sangrar o intentando suicidarse. Pueden conducir sus
vidas desenfrenadamente, gastando mucho dinero, llevando una vida sexual
peligrosa, abusando de las drogas y el alcohol, conduciendo autos
irresponsablemente, robando, o comiendo desordenadamente.
Los TLP repetidamente piden ayuda a las personas cercanas a ellos, muchas
veces desesperadamente, para después despreciarlas bruscamente con un criticismo
lleno de amargura, furias irreconciliables y desplantes de culpas irracionales.
Elevan a las personas a un arrogante pedestal para después tirarlos de éste,
arrinconando a las personas y acusándolos absurdamente.
Lo que es difícil entender a los seres queridos no es el
qué de los comportamientos del TLP sino el
por qué.

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