La Psicoeducación familiar es clave para tratar el Trastorno de Personalidad Límite
Los programas familiares psicoeducacionales
son apoyos terapéuticos que están basados en la investigación y ofrecen lo
último en información biológica y farmacológica, proporcionan información
confiable a las familias acerca del trastorno y enseñan las habilidades para
enfrentarlo. Estos programas valoran la participación familiar como parte del
tratamiento en vez de verlas como la causa de la enfermedad. Las familias aprenden estrategias para resolver los
problemas basados en la evidencia y técnicas de manejo para mitigar el estrés y
la tensión del ambiente que rodea al paciente y sus allegados. El objetivo es
prevenir recaídas, estabilizar los síntomas, reforzar el uso efectivo de las
estrategias para resolver problemas y mejorar la vida funcional de las familias
y del paciente. La educación psicológica puede concentrarse ya sea en el
desempeño del paciente o en el bienestar familiar, en cuyo caso, la mejoría de
la persona con el trastorno es secundario.
Por lo general, estos programas se toman en grupos, ya que ayudan a reducir
el estigma y brindan apoyo a las familias. Los participantes comparten
experiencias y se entienden mutuamente con un tipo de empatía que no está
disponible en las redes sociales que normalmente frecuentan. Se estimulan unos a
otros al tratar diferentes formas para enfrentar los problemas, reforzados por
ejercicios prácticos exitosos dentro del grupo y con las experiencias del
maestro y de los participantes. Estos grupos son lugares seguros que ofrecen a
las acongojadas familias un nuevo círculo social de sobrevivientes y de
luchadores del trastorno. Las investigaciones realizadas han demostrado la
eficacia de estos programas en el desempeño de los tratamientos al reducir las
recaídas, elevando los índices de cumplimiento farmacológico y una mejoría
psicosocial del paciente y sus familias.
La Psicoeducación del Trastorno de Personalidad Límite enseña a los
familiares la neurobiología de los comportamientos subyacentes del trastorno,
qué tratamientos son efectivos, porqué los tratamientos anteriores no
funcionaron y cómo la Terapia Dialéctico Conductual y la Terapia Basada en la
Mentalización pueden ser reforzadas y modeladas por las familias.
La Psicoeducación guía a las familias a encontrar un camino menos confuso y
con más elementos para enfrentar las luchas diarias del Trastorno Borderline y
les enseña cómo restablecer el balance de sus vidas. También les muestra cómo
implementar los métodos de la TDC y la TBM para ayudar a sus seres queridos a
navegar con sus propias vidas. Claramente unos familiares motivados dedican más
tiempo al paciente TLP que cualquier otra persona. Toda interacción puede ser
una oportunidad para mitigar los exabruptos o para enseñarles una nueva
habilidad de manejo del trastorno. Este es el mismo enfoque filosófico que se
utiliza para tratar a los niños autistas y por supuesto, funciona.
Desgraciadamente existe muy poco material confiable disponible para los
familiares con pacientes con TLP. Actualmente en todos los países, en unos menos
que otros, existen muy pocos programas de apoyo psicoeducativo para las familias
con pacientes Borderline. La mayoría de las personas con TLP no están bajo
tratamiento y cuando están, por lo general el tratamiento no incluye a los
familiares. Los programas que sí involucran a las familias lo hacen cuando el
paciente ya está en tratamiento. En estos casos, las familias y los pacientes
participan conjuntamente en grupos que son administrados por los terapeutas que
subestiman la habilidad de las familias como agentes efectivos de cambio, o sea
que los profesionales no le dan la importancia que debieran al papel de los
familiares como apoyos en la recuperación del paciente.
Los estudios realizados han demostrado que las familias son competentes,
motivadas y capaces de enseñar, reforzar y aplicar los comportamientos efectivos
que forman parte del TDC y la TBM, que pueden aprender y reforzar las
habilidades adquiridas en la TDC, y aplicarlas en el hogar cuando sea
necesario.
¿Hacia donde pueden acudir las familias con pacientes TLP a pedir ayuda
cuando su ser querido cree que no tiene nada, no está tomando tratamiento
alguno, rechaza cualquier tipo de tratamiento, abandona su tratamiento, o ha
perdido la esperanza de encontrar a alguien que pueda ayudarle?
La mayoría de las personas con TLP han visto muchos terapeutas, han sido rechazados o dados de baja de programas y terapias demasiadas veces, o han fallado en sus terapias frecuentemente. ¿Por qué hacer nuevamente el intento? ¿Quién puede culparlos?
La mayoría de las personas con TLP han visto muchos terapeutas, han sido rechazados o dados de baja de programas y terapias demasiadas veces, o han fallado en sus terapias frecuentemente. ¿Por qué hacer nuevamente el intento? ¿Quién puede culparlos?
Fuente de la noticia: Trastorno de Personalidad Límite En Mi
Hija
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