Autolesión: se pude superar
Si le causas daño físico a tu cuerpo (autolesión, self injury, AL, cutting,
risuka) para poder manejar emociones que te abruman, ten por seguro que no
tienes nada de que avergonzarte. Lo más probable es que estás logrando
sobrevivir y mantener una integridad psicológica con la única herramienta que
tienes ahora.
La autolesión es una herramienta cruda y destructiva, la cual sirve a corto plazo: logras tener algún alivio del dolor/miedo/ansiedad que invaden tu vida.
Cuando te haces daño, lo haces porque es lo único que puedes hacer en esos momentos tan difíciles.
El pensar en abandonar el hacerte daño puede sonar imposible, lo cual es lógico: a lo mejor no te has dado cuenta que el hacerse daño no es el mejor método para sobrevivir y que puedes aprender otras formas de calmar tu dolor emocional.
La autolesión es una herramienta cruda y destructiva, la cual sirve a corto plazo: logras tener algún alivio del dolor/miedo/ansiedad que invaden tu vida.
Cuando te haces daño, lo haces porque es lo único que puedes hacer en esos momentos tan difíciles.
El pensar en abandonar el hacerte daño puede sonar imposible, lo cual es lógico: a lo mejor no te has dado cuenta que el hacerse daño no es el mejor método para sobrevivir y que puedes aprender otras formas de calmar tu dolor emocional.
La forma que elijas para hacerte daño puede ser cortarte, pegarte,
quemarte, rascarte, arrancarte el pelo, rompiéndote huesos, no dejando que las
heridas sanen, entre otras. Puede que hagas una o varias de estas. La manera en
que te dañas no es tan importante como el reconocer que lo haces y que
significado tiene para ti.
El tener la conducta de autolesionarse no implica necesariamente que fuiste
un niño que sufrió abuso. Lo que normalmente indica es que en algún momento de
tu vida, no aprendiste la manera apropiada para manejar emociones dolorosas. No
estás enfermo ni eres una persona repugnante; lo único es que nunca aprendiste
formas positivas para lidiar con tus emociones.
Para mucha gente que se autolesiona, llega un momento clave donde se dan
cuenta que el cambio es posible, que pueden hacer algo diferente. Empiezan a
creer que en efecto, hay otras maneras de sobrevivir, y comienzan a intentar con
herramientas no-auto-destructivas que les sirvan para lidiar con los momentos
difíciles. Este sitio existe para ayudarte a acercarte cada vez más a ese
momento.
Decidir dejar de hacerte daño es una decisión muy personal. Vas a tener que
tomarte tu tiempo antes de decidir si estás lista(o) para comprometerte a una
vida sin cicatrices y moretones.
No te desanimes si llegas a la conclusión que todavía no estás lista(o)
para parar; de ser así, lo que sí puedes hacer es tener más control sobre tu
autolesión, el cuando y qué tanto te harás daño, poniéndote límites al
lesionarte, y tomando la responsabilidad de ello.
¿Cómo empiezo a dejar de hacerme daño?
Hay varias estrategias que se pueden utilizar para cuando se está en un
momento de crisis y te surge la necesidad de hacerte daño. Una estrategia que me
ha funcionado es el hacer cualquier cosa que no sea hacerme daño y que
produzca una sensación intensa: agarrar hielo con la mano y apachurrarlo, tomar
una ducha bien fría o un baño calientito, morder un chile verde, ponerte Vicks
Vaporub debajo de la nariz, etc. El hacer corresponder una emoción a una acción
es algo que puede ser muy útil.
Claro que surge la pregunta: ¿no son estas estrategias equivalentes al
castigo que te impones al cortarte, quemarte, o pegarte? La diferencia crucial
es que no producen resultados que perduran. Si exprimes en tu mano hielo hasta
que se derrita, o si metes un par de dedos dentro de un bote de helado por unos
minutos, te va a doler mucho, pero no va a dejar cicatrices. No va a dejar
ninguna huella que luego tengas que explicar de donde vino. Lo más probable es
que no te sientas culpable después de hacerlo, a lo mejor un poco tonta, o bien
algo orgullosa de que pudiste salir de la crisis sin auto-lesionarte, pero no
culpable.
Lista de sugerencias que te pueden ayudar a vencer el impulso que te
lleva a autolesionarte:
-Respirar profundo
-Técnicas de relajación
-Llama a un amigo(a) o a tu terapeuta
-Trata de no estar sola (visita a una amiga, anda al supermercado,
etc.)
-Date un baño caliente
-Escucha música
-Sal a caminar
-Escribe en tu diario
-Usa un elástico en tu muñeca para tirarlo y soltarlo cuando sientas el
impulso de autolesionarte
-Dibuja marcas rojas con un rotulador sobre tu cuerpo en lugar de
cortarte
-Sostén hielo en tus manos - esto causa dolor en tus manos, pero no es
peligroso ni agresivo
-Pégale a una cama o a un cojín (para cuando necesites aliviar la ira y la
frustración de una forma física)
-Corta un pedazo de madera o usa un destornillador para enterrarlo en el
pedazo de madera (puede ser otra manera de físicamente desatar tus emociones sin
causarte daño)
-Evita la tentación (no te pasees por la sección de hojas de afeitar en los
supermercados)
-Aprende a enfrentarte a los demás y hacer que conozcan tus propios
sentimientos en lugar de reprimirlos
-Sal al aire libre y grita
-Haz algún deporte (ejercitarte puede ayudar a aliviar tensiones)
-Trabaja con pintura o plastilina haciendo figuras y luego haz lo que
quieras con ellas
-Dibuja lo que sea o a quien sea que te hace enojar
-En lugar de herirte, masajea el área donde quieras hacerte daño con
aceites o cremas, recordándote a ti misma que eres especial y que mereces
tratarte con amor y respeto
-Anda a una iglesia, un templo, un lugar de oración
-Quiebra o rompe el objeto que utilizas para autolesionarte como una manera
de demostrarte que tienes el control sobre él
-Escribe una carta a las personas que te han herido y cuéntales cómo te han
hecho sentir (estas cartas no tienen por qué ser perfectas, no tienes por qué
agradar a nadie más que a ti misma y no tienes por qué entregarlas); luego de
escribir las cartas puedes hacer lo que tú quieras con ellas (romperlas,
quemarlas, tirarlas, etc.)
-Cocina, cose, borda, etc.
-Recita varias veces un poema, una oración o cualquier cosa que te
calme
-Escribe todas tus virtudes y razones por las que no mereces ser
herida
-Escribe en tu diario por qué no mereces herirte y si tienes que hacerlo,
escribe qué es lo que te ocasionó esta necesidad para que en el futuro puedas
evitarlo
-Toca algún tipo de instrumento musical; incluso si no sabes cómo tocar,
tratar de hacerlo es una forma de concentrarte en otra cosa y de deshacerte del
impulso de herirte
-Haz meditación
-Permítete llorar, puede hacerte sentir mucho mejor; te permite
exteriorizar lo que tienes dentro de ti
-Date una ducha helada
-Escribe la palabra que mejor se asocia a lo que estás sintiendo (horrible,
triste, sola, enojada) y continúa escribiéndola una y otra vez; a veces cuando
haces esto las palabras terminan viéndose ridículas e incluso te pueden hacer
sonreír
-Canta una canción sobre lo que estás sintiendo, es otra manera de
exteriorizar
-Toma lo que sea que estés usando para autolesionarte y úsalo contra otra
cosa (por ejemplo, cortar una toalla con una máquina de afeitar); a veces ver lo
que se "puede" hacer con el objeto te hace pensar dos veces antes de usarlo en
ti misma, además de tener la sensación de "haberlo hecho"
-Haz una lista de razones de por qué vas a parar de cortarte y cada vez que
tengas el impulso, lee la lista para recordarte por qué no debes hacerlo
-Haz "tareas de la casa" (aseo, lavar, planchar, etc.)
-Haz rayas sobre un papel, apuñalando el lápiz (apila varias hojas para que
no se rompan)
-Rompe papel de diario
-En una foto de ti misma, marca con tinta roja qué es lo que te quieres
hacer y luego corta o rompe la foto
-Tira hielo en una bañera o contra una muralla lo suficientemente dura como
para quebrarlo
-Rompe palos
-Muerde ají, chile o guindillas o mastica raíz de jengibre
-Dale una palmada a una mesa
-Sé creativa y trata de encontrar tus propias maneras de desahogar tus
emociones
Mucha gente intenta
acciones sustitutas como las descrita anteriormente y reportan que algunas veces
sí funcionan, y otras vences no. Una manera de incrementar la posibilidad de que
una ayuda sustituta/de distracción calme el deseo de hacerse daño, es la de
hacer corresponder una acción a la emoción que se está sintiendo en el
momento.
Primero, tómate unos
minutos y trata de ver que hay detrás del deseo. ¿Qué estás sintiendo?, ¿estás
enojada?, ¿frustrado?, ¿triste?, ¿desesperada?, ¿ansías la sensación del
auto-daño?, ¿despersonalizada?, ¿te sientes como muerto?, ¿te sientes dispersa?,
¿necesitas apapacho?
Ahora, trata de
corresponder tu emoción con una acción.
Usa estos métodos provisionales para demostrarte que puedes manejar
situaciones difíciles sin hacerle daño a tu cuerpo. Cada vez que uses estas
técnicas, logras que para la próxima crisis la autolesión sea una opción menos
probable y tengas la capacidad de hacer algo diferente.
Importante y a tener en cuenta:
-La
auto-lesión es un mecanismo muy astuto: toma lo que parece insoportable y lo
transforma en algo que puedes controlar. El único problema es que cuando desvías
el dolor nunca te enfrentas a él y por lo tanto nunca se va a disminuir su
intensidad. Regresa y regresa y tienes que seguir cortándote o
quemándote.
- Para
combatir el impulso de hacerte daño vas a tener que enfrentarte a lo que es
insoportable si quieres en algún momento que ya no tenga tanto poder sobre ti.
Cada vez que logres enfrentarte cara a cara con el dolor real, lo puedas sentir
y tolerar, va a ir perdiendo su habilidad de tumbarte y eventualmente se
convertirá en un recuerdo.
-Tu primera
tarea cuando ya hayas decidido dejar de hacerte daño es romper el
ciclo,
forzarte a intentar nuevos mecanismos para hacer frente a la crisis. Y es verdad
que te tienes que forzar hacerlo, no llega solito. Tienes que trabajarle, que
luchar, tienes que hacerte hacer las cosas de manera diferente. Cuando tomas el
cuchillo, o el encendedor, o te preparas para darte contra la pared, tienes que
conscientemente tomar una decisión de hacer algo diferente.
Si necesitas más información o ayuda visita: http://www.autolesion.com/

